Si preguntamos a cualquier persona si sabe, cuántos enchufes debe tener cómo mínimo su dormitorio o cuántos puntos de luz debe tener su salón en función de la superficie, qué dispositivos de protección tiene instalado en su vivienda para estar protegidos contra electrocuciones, qué requisitos debe cumplir el electricista que viene a casa a realizar una obra o reparación eléctrica, seguro que no tiene ni idea. Pues bien, entre otras muchas cosas, las respuestas a estas preguntas las podemos encontrar en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT). A pesar de tratarse de un texto técnico, el REBT incluye información muy valiosa para el usuario de las instalaciones eléctricas, tanto de tipo técnico, como legislativo y de seguridad, pues marca los límites de propiedad del abonado y la empresa suministradora, así como la responsabilidad por parte del usuario del mal uso o mantenimiento de las instalaciones.
En definitiva el REBT contiene información valiosa para los clientes finales, información que le puede permitir seleccionar correctamente al instalador o empresa instaladora requerida para realizar, desde una pequeña reparación hasta una reforma integral de su vivienda o finca, exigiéndole la oportuna documentación que acredite su autorización administrativa para ejercer la actividad como instalador o empresa instaladora electricista autorizada, el obligatorio seguro de responsabilidad civil y la cuantía mínima exigible, el correspondiente certificado de instalación que deben entregar al finalizar la obra o reforma, el dossier de información que se le debe facilitar al cliente una vez finalizada la instalación o reforma, donde se le informe al cliente de forma clara del uso y manejo de la instalación, prestando especial interés al tema de las protecciones eléctricas.
Resumiendo el REBT es un texto que a pesar de lo que pueda parecer a primera vista, reúne información valiosa tanto para los profesionales del sector como para el ciudadano de a pie, verdadero usuario de las instalaciones eléctricas. Al menos debe ser conocedor de su existencia y en caso de necesidad poder consultarlo.
