Cuando nos planteamos hacer una reforma interior en nuestra vivienda, pocas veces nos planteamos reformarla energéticamente.

En este artículo que plantearé 3 actuaciones básicas para una rehabilitación energética y cuáles serían los principales beneficios que obtendríamos.

¿Qué reformas hacer?

Trasdosado interior aislante

Se trata de la colocación de un tabique de cartón yeso por el interior de los cerramientos de fachada. Aprovecharemos el espacio de la estructura del trasdosado para rellenarlo de aislamiento térmico de alguna lana mineral.

También se puede aprovechar ese espacio para mover o colocar instalaciones sin hacer rozas.

Cambio de ventanas

Cuando vas a acometer una reforma interior, es muy probable que la vivienda tenga ventanas de aluminio sin rotura de puente térmico, con apertura corredera y un vidrio simple o doble, sin apenas aislamiento.

Deberías aprovechar el hecho de “meterte en obras” para cambiar las ventanas. Esas viejas no te aportan nada, por lo que deberás sustituirlas por unas:

• Con apertura batiente u oscilobatiente
• De aluminio con rotura de puente térmico o de PVC. Te recomiendo que mínimo tenga un perfil con espesor de 8 cm.
• Con un buen acristalamiento. Te aconsejo que, por lo menos, coloques doble vidrio con capa de baja emisividad y gas argón entre ambos.

Sistema de ventilación mecánica

La colocación de un sistema de ventilación mecánica de doble flujo con recuperador de calor debe ser una prioridad en toda reforma.

Se trata de una máquina que suele ir en el falso techo del baño, y posee unos conductos independientes desde la misma hasta todas las estancias de la vivienda.

Estos conductos recogen el aire viciado de las estancias húmedas (cocina, baños, aseo y lavadero) y lo expulsan al exterior. En las estancias secas (salón, dormitorios y despacho) realiza el proceso inverso e introduce aire fresco del exterior -que además pasa por unos filtros para eliminar impurezas del aire, como polen o contaminación antes de introducirlo-.

Lo que realiza el intercambiador de calor es cruzar ambos flujos (el de entrada y el de salida) sin mezclarlos, recuperando un 90% del calor del aire caliente que vamos a expulsar al exterior y pasándoselo al aire entrante. De esa manera, en un supuesto de temperatura interior de 20ºC y 0ºC en el exterior, conseguiríamos intercambiar el calor de forma que introduciremos aire fresco y filtrado del exterior a unos 18ºC, en lugar de a 0ºC.

Evidentemente, con esta máquina, no sería necesario abrir las ventanas para ventilar nuestra vivienda.

¿Qué beneficios obtendríamos?

Es evidente que llamándose “rehabilitación energética”, los beneficios principales se basarán en el menor consumo de energía, pero veamos más pormenorizadamente qué ventajas tiene esta actuación:

Mayor eficiencia energética

Hasta el año 2013, las viviendas se aislaban muy mal térmicamente:

– Los espesores del aislamiento térmico eran muy pequeños

– Las carpinterías exteriores eran muy deficientes (en viviendas anteriores al 2006, muy muy deficientes).

– No se cuidaban los puentes térmicos. Bueno, realmente, hasta la última versión del Código Técnico de la Edificación, en el 2020, apenas se trataban los puentes térmicos.

Todo esto hace que las pérdidas de calor en la vivienda sean enormes.

Con estos tres puntos clave a reformar que te propongo en el anterior apartado, conseguiremos un consumo energético muchísimo menor.

En la inmensa mayoría de los casos, ahorros energéticos superiores al 50%. Si optamos por espesores de aislamiento en el trasdosado superiores a los 8 cm y unas ventanas excelentes, podremos llegar incluso al 80% de mejora en la eficiencia energética.

La climatización de una vivienda (calefacción y refrigeración) supone más del 50% del gasto energético total de la vivienda. ¿Te imaginas reducir este gasto a la mitad?

Un confort térmico excepcional

Porque el problema no es solo el hecho de tener que empeñar un riñón para estar calentito en invierno y fresco en verano. Los problemas son:

– El ambiente está frío en invierno (por eso encendemos la calefacción).

– El aire posee una humedad inadecuada.

– La temperatura de los cerramientos está mucho más baja que en las otras paredes, y cuando nos acercamos sentimos un molesto disconfort, sobre todo en zonas de puentes térmicos.

– Existen corrientes de aire frío dentro de casa.

Después de nuestra reforma, todo esto se va a regular y a evitar. Porque con la calefacción podemos calentar el ambiente, pero con una rehabilitación energética bien hecha podemos conseguir una homogeneidad de temperaturas -tanto superficiales en todos los cerramientos como entre diferentes estancias-, un ambiente con la humedad adecuada, y evitar molestas corrientes de aire (la mayor parte de las veces, originadas por una estanqueidad  inadecuada en las ventanas)

Un hogar saludable

Además de conseguir una temperatura adecuada, un hogar saludable consigue:

– Evitar ruidos del exterior. Las lanas minerales que colocamos en el trasdosado de cartón yeso nos aíslan térmicamente, pero también acústicamente.

– Evitar condensaciones. Las humedades por condensación se producen por 2 motivos: una humedad relativa alta u una temperatura superficial baja.

Con la ventilación mecánica conseguimos bajar la humedad relativa dentro de la vivienda, puesto que el vapor de agua que emitimos al respirar, al cocinar o con la higiene personal, lo enviamos al exterior.

Con el trasdosado aislante interior conseguimos aumentar la temperatura superficial en el interior del cerramiento -sobre todo en las zonas de puentes térmicos como pilares empotrados o cantos de forjados- y en la superficie de las ventanas (porque sí, cuando las ventanas “lloran” es porque están frías y el vapor de agua contenido en el aire condensa en su superficie).

– Evitar mohos. Estos mohos son provocados por las condensaciones que veíamos en el apartado anterior, y pueden generar problemas de salud en los ocupantes.

– Un aire limpio. La ventilación mecánica hará que no nos tengamos que preocupar de abrir las ventanas para ventilar.

Las personas, al respirar, emitimos CO2 y vapor de agua. Además, en los procesos de cocción de alimentos y duchas se emite humedad al ambiente, e incluso muchas veces se emiten gases, sobre todo con el uso de cocinas o calderas a gas.

Con la ventilación mecánica conseguimos una pequeña entrada de aire constante fresco y limpio (después de pasar por los filtros) y la expulsión del aire viciado al exterior.

Esta opción es recomendable para todo el mundo, pero en especial para personas con problemas respiratorios como asma o algún tipo de alergia.

Conclusión

Recuerda que lo más importante siempre es lo que no se ve, y en una rehabilitación energética lo que no se ve es confort, salud y ahorro en la factura de la luz.